La lucha contra la depresión de Santi Abad: “El baloncesto me arruinó la vida”

Fue la gran promesa del baloncesto español en los 80, jugador de Barça, Madrid y Tau, internacional con España. La fama de jugador controvertido le persiguió. Hoy revela sus problemas con la depresión durante toda su carrera.

Justo a la hora en la que España jugaba para meterse, por segunda vez en su historia, en la final del Mundial de baloncesto, había un tipo de dos metros y tres centímetros de altura conduciendo su coche de Vitoria a Madrid como si nada. El desenlace de la segunda prórroga llegó a verlo, casi por casualidad, en la pantalla gigante de un bar, pero con la misma pasión con la que uno vería la carta de ajuste. “No disfruto viendo el baloncesto”, admite. “Aún me gusta jugar pero no me interesa ver el baloncesto que se juega hoy en día”.

La cosa sería hasta normal si el tipo de dos metros y tres centímetros no fuera Santi Abad, ex jugador de casi una decena de equipos en la Liga ACB, entre ellos Barcelona, Baskonia y Real Madrid, 16 veces internacional con la Selección. Eterna promesa del baloncesto español.

Seguro que les suena de los cromos. Santi era la estrella que iba a ser pero al final no.

Mirando su currículum, uno diría que la de Abad fue una carrera envidiable. Campeón de Liga y Copa. Barça, Tau, Madrid, Cáceres, Peristeri… Jugador de Obradovic, de Scariolo, de Aíto, de Manel Comas, de Lolo Sainz… Más de 7 puntos por partido, 3,5 rebotes. Mejor sexto hombre de la Liga, el cuatro llamado a jubilar a Andrés Jiménez en la Selección. Los 26 puntos que le metió al Estu una tarde. Los 25 contra el Caja San Fernando. La noche que le clavó 36 al Nobiles en Europa.

 

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